Albert quería una vivienda especial, única y que reflejara su forma de vivir y de entender el hogar. Al iniciar el proyecto nos encontramos con una vivienda que había sido reformada recientemente, pero de muy baja calidad. Nuestro primer instinto fue vaciarla y desnudarla, dejando a la vista las texturas del ladrillo, la mampostería y el entramado de vigas de madera, con la bonita sorpresa de un techo a dos aguas con mucha personalidad. En el interior de este diáfano espacio, diseñamos dos elementos clave capaces de dar respuesta a todo el programa: una caja central que contiene baño y almacenaje; y un elemento de carpintería continuo que va dando servicio a las distintas necesidades de la vivienda: almacenaje en la entrada, escritorio, mueble TV, lavandería y, finalmente, cocina.